miércoles, 4 de diciembre de 2019

Juntos

Sé que no debo odiar, ni censurar, ni siquiera juzgar; el único camino para intentar ayudarlos a combatir sus tendencias violentas pasa por la comprensión y el perdón. Me ha costado decidirme a venir; en mi entorno me repiten que lo único que importa somos las víctimas. También debo comprenderlos; no es fácil controlar el sentimiento de venganza, sobro todo si el horror ha acampado a las mismas puertas de tu casa. Los psicólogos del Centro Penitenciario están sobrecargados y me pidieron ayuda. Supongo que no conocen mi historia; o tal vez sí, y piensen que si consigo humanizar al monstruo que me atacó a través de estos presos que ahora esperan instrucciones, tal vez podamos salvarnos todos juntos.

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