Mostrando entradas con la etiqueta Cala. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cala. Mostrar todas las entradas

viernes, 24 de noviembre de 2017

Diferente


 La última vez  que las vi resonó un tiro de pistola que  multiplicaba   sus gritos, un espejo roto,  un rodar menudo, unas venas dañadas,  un brazo corrido de sangre, y el    sentimiento  mustio y doloroso en los ojos de mi hija.  
Me alejé de ellas por un tiempo. Hice caso al psicólogo y me encontré con el pecho ensanchado,  suspirando en el pasillo de casa.  No me ponía loco verla segura y guapa;  ahora podía mirarla cuando  sonrío ante   el tropel de llamadas al timbre de mi mano impaciente, el mirar  de alguna vecina,  los ladridos del  perro, cada vez más  inquieto, y para  encender el móvil;  alguien debía  avisar a  la niña de la  noticia ¡Maldito pasado!

jueves, 12 de noviembre de 2015

Sorprendido

Camina  torpemente. Busca  ávidamente con los ojos a su mujer, aún no ha llegado. Elije un velador de dos plazas, espera. Se excita con la caña de cerveza recién  echada. Su esposa llega,  se mueve con prisa y desenvoltura entre el intrincado de sillas y mesas. Lo ha descubierto al fondo del local, se sienta a su lado. Lo  alborota con el repique histérico de su  media sonrisa. Con mirada escrutadora el hombre le pregunta: -Cuánto te duele  llevar vacíos los bolsillos.-
Ignora el comentario. Él, sujetándola  fuertemente del brazo, le explica que  es su dueño, y vela por ella.  –Eres inútil para todo, continuaras  así hasta que mueras-.

-Quiero  serlo sin ti, adiós.- Contesta ella desde la puerta.