"Es niña", había dicho la enfermera sonriendo al abrir la puerta. Él había asentido sin mirarla, con los ojos en el telediario de las 9, que empezaba en el televisor de la sala de espera. Niña. Fútbol, cerveza, coches, hablar de chicas, bricolaje, jardinería… su cerebro empezó a tachar cosas de la lista. Chistes picantes, doctorado en Derecho, una nuera guapa… Nada de eso era posible ya. Niña. Demonios, aún no la había visto y ya la odiaba. Niña. El telediario llegaba a su fin, la presentadora miraba a cámara seria. "Asesina a su mujer y su hija, el quinto caso de violencia en lo que va de año". Suspiró, se remangó la camisa y entró en la habitación.