Manuela pensaba que el verbo «amar» lo conjugaban siempre dos; hasta que le grabaron en la mejilla nuevos verbos que practicar. Aprendió que no hay tinta más imborrable que aquella, a sangre, sudada. Proscribió al pretérito todo sueño, ¿y para qué declamar los futuros con un presente tan incierto? Anheló una tregua, un armisticio, pero solo los elípticos se hartan de ser sujetos. La tildó él de errata, de verso de pie quebrado… Temió, de tan desgastada, volverse una lengua muerta. Deseaba el aroma del poema libre, la sublimación de la epopeya, ese matiz que —por irreal— tornasola el final del cuento. Manuela pensaba que «amar» lo conjugarían dos, pero entendió que algunos verbos se conjugan siempre en solitario.
La Concejalía de Servicios Sociales, Mujer e Igualdad del Ayuntamiento de San Javier te anima a participar en el concurso que convoca. Así mismo abre un espacio creciente de microrrelatos contra la violencia de género para su lectura. Participa y difunde.
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viernes, 23 de noviembre de 2018
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