Alguien lo anuncia en la tele. ¡La mató! Por qué ella no pido ayuda? Por qué ella no se dio cuenta de lo que le hacía ? Me persigue el porqué balanceándose en mi rabia, aniquilando mi entender. Miro el reloj. Me asusto. Me apresuro a dejarlo todo como a él le gusta. Escucho la llave. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Me abrocho un botón más de la camisa y me sonrío por haberme dado cuenta. Por qué ella no pidió ayuda? Por qué ella no se dio cuenta de lo que le hacía? Se oye un portazo. Algo sacude mi estómago y en ese momento entiendo el porqué y sé qué hacer, porque ella…ella también soy yo.