lunes, 9 de diciembre de 2019

Ojos grises

Tenía los ojos azules, aunque parecían grises; había arreglado la casa, los platos, el suelo, las camas y después lo contemplaba ensimismada contándole la conversación con la vecina de en frente.

Él apartaba los ojos de ella con cara de asco y poco le importaba la conversación con la vecina. Se vanagloriaba de sus éxitos, de lo bien que le estaba yendo la vida, de sus amigos, de sus inversiones, de su dinero, pensando que lo único que le sobraba eran aquellos ojos grises que mantendría mientras le arreglara la casa, los platos, el suelo, las camas y no lo atormentara con las conversaciones de la vecina de en frente.

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