Mis dedos se sujetan fuerte a tu mano, me siento protegido. Sé, que cuando llore, estarás ahí para luchar contra los monstruos por mí, que serás un superhéroe capaz de atraparme al vuelo ante cualquier tropiezo. Pero entonces, miro a mi alrededor y veo que eso tan solo fue un sueño de aquello que me hubiese gustado que sucediese.
Cuando necesitaba que me protegieses, en vez de ser un héroe, estabas siendo un villano. Cuando necesitaba que lucharas contra los monstruos, te convertiste en el más peligroso que he conocido. Cuando necesitaba una palabra de consuelo, solo oía gritos que me recordaban, que no era el momento para esperar héroes, pues esos éramos los que intentábamos sobrevivirte.
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