Los mensajes de Delfín eran cada vez más insistentes. Lorena tuvo que bloquear el contacto hasta en tres ocasiones, pero inexplicablemente acababa recibiendo frases intimidatorias y procaces por otros medios.
Cuando le dijo que no quería nada con él, comenzaron las presiones y amenazas. La relación de poder que ejercía Delfín en la empresa donde trabajaban juntos, era de lo más incómoda. Lorena era administrativa, Delfín directivo. Jamás pensó que iba a afectar tanto a su trabajo y salud haber sido objeto de acoso por parte de su jefe, pero estaba decidida a revertir la situación. Con la ayuda de compañeras, jaqueó el grupo de wasap de la junta directiva; ahora se iban a enterar de quien era el personaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario