jueves, 23 de noviembre de 2017

Marcos, nuevo emperador

Marcos ha vuelto a pegar una bofetada a su madre. Marcos ha vuelto a sobrepasar los límites porque no quería comerse las acelgas frías de su vecina Teresa Chacón. Marcos culpa a su madre de todo lo malo que le ocurre, incluso si un ejército virtual de marines americanos le arrestan en la partida diaria de su consola. Marcos imita a su padre, sin saber realmente que este arte griego es solo bueno si lo desarrollas en el campo de la literatura. Marcos no sabe que a una madre hay que hacerle caso. El llanto de ella es tan desgarrador y salado que sus lágrimas a pesar de caer con alto contenido en sodio no curarán jamás esas heridas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario