Luis compartía trabajo con Lucía. Ella admiraba a su marido, su media naranja: él firme, seguro, sabía imponerse, inteligente… Lucía, en cambio, empatizaba con todos, era emotiva y sensible. En casa él tenía su espacio y su tiempo que todos respetaban; para Lucía su espacio y su tiempo era el de su marido, sus hijos, su trabajo, su hogar.
Siempre se creyó incompleta, encontraba en su pareja la protección que necesitaba. Pero… ¿Era así Lucía?
¿Quién era Lucía? ¡Ojalá se lo hubiera preguntado! -musitó Luis.
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