viernes, 16 de noviembre de 2018

Sonido silencioso

Aquel sonido me marcó profundamente. Venía del piso de arriba y sabía bien lo que significaba. Decidí ponerme los auriculares y la música bien alta. Han pasado 3 años. Ya no se pueden escuchar aquellos gritos porque ella ya no está. Quizá si en lugar de tomar los auriculares hubiese marcado el 016 habría sido totalmente distinto. Tal vez seguiría escuchando a sus niños entrar en casa después del colegio. Cada silencio se convierte en un puñal que se clava en mi interior; un puñal que, al igual que pasó con ella, ya no hay marcha atrás.

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