- ¡Qué bonitas tus uñas, cariño! ¡Se ven largas y te queda precioso el rojo pasión!
- ¿Te gustan así redondeadas o te gustan más como ayer, mi amor?
- Me encantan así. Tan preciosas como tú.
- ¡A ver si te cuidas mejor esas uñas y dejas de mordértelas!
- Estoy nerviosa, nada más.
- No sé por qué.
- ¡Qué horror de uñas! ¡Hasta te sangran! ¡Más vale que las escondas!
- Tengo ansiedad.
- Es tu histeria.
- ¡Mira qué asco de manos! ¡Toda la uña rota! ¡Me das asco!
- ¡Sabes qué te digo!
- ¡Qué!
- Que a partir de ahora tú ya ni pintas ni cortas. Las tendré como me dé la gana. Me las dejaré cortitas y limpias para que nunca más se puedan partir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario