He OÍDO sus gritos ahogados por las noches. Los golpes secos.
He VISTO sus moratones, dolorosamente escondidos bajo los bucles de sus cabellos.
He OLIDO su miedo, supurando por sus ojos y su piel pálida.
He TOCADO sus mejillas hinchadas. Los bultos sobresaliendo de su cabeza.
He GUSTADO su amarga vida; su soledad tristemente compartida.
Y con sus 5 SENTIDOS magullados y malvividos la he acompañado a poner una denuncia por malos tratos .
A veces no hace falta un SEXTO SENTIDO sobrenatural para percibir la realidad en la que habita el otro. Basta con prestarle atención a través de cualquiera de nuestros sentidos básicos: Escucha. Mira. Huele. Toca. Gusta... SIENTE.
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