20/11/2015. 06:35 a.m. En la nevera, una nota: "Adela, compra vino y cerveza. Dejo 5€. Te quiero".
Hacía más de dos años que Adela no trabajaba. Dimitió porque su pareja le repetía constantemente: "¡debes atenderme! ¡Para eso traigo el sobre!". Ella siempre callaba.
Iba al mercado al amanecer. Temía que la viesen sola. Además debía de volver antes de las nueve con el ticket, si quería seguir teniendo móvil.
Aquella mañana llovía y decidió coger el bus, bajo pena de arresto. Limpió el vaho lo justo para ver: "016. Hay salida".
Hoy Adela vive libre y tiene independencia económica. Dejó atrás su pasado con un: "Luís, tus huevos te los fríes tú. Da gracias a la lluvia" en la nevera.
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