viernes, 16 de noviembre de 2018

El protocolo

Hasta ahora improvisábamos y era imposible ser eficientes pero desde hoy ya tenemos el protocolo para proceder en casos de violencia machista. Costará ponerlo en marcha porque, debo reconocerlo, en mi comisaría también hay zoquetes, pero el esfuerzo dará fruto y mis hijos verán a su padre jubilarse con todos los honores. Ahora, a descansar. A ver si esta noche no me toca aguantar los gritos de esa vecina chiflada que, seguro, sacan de quicio al marido, que ya podría saber esa mujer que un hombre es un hombre. Estoy harto de su numerito del día siguiente: la muy imbécil cabizbaja en el ascensor y sin saludar, como si un ánima del purgatorio alentase tras sus gafas oscuras.

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