Querida hija,
Eres una mujer triunfadora, inteligente, guapa, independiente. Pero te has dejado manipular por él, te ha golpeado y te ha hecho creer que la culpa es tuya. Las heridas que más nos han dolido son las de tu alma, ver cómo te has ido haciendo chiquitita, insegura, inestable.
Aquí estamos muchas mujeres y hombres del mundo para apoyarte y decirte que no estás sola. Que no todos son como él. Que nuestra unión será tu fuerza. Que tu único delito ha sido querer a quien no lo merece. Que no te de vergüenza porque el monstruo es él.
Hija, gritemos juntas: ¡SE ACABÓ. NO ME HARÁS DAÑO!
Con tanto amor como mereces,
Tu madre
NO es NO¡ me encanta como refleja el dolor y el cariño de una madre.
ResponderEliminarDirecto al corazón
ResponderEliminarNadie como una madre para proteger, ayudar, asesorar y apoyar a una hija. No sólo porque es madre, sino porque es mujer. Excelente relato.
ResponderEliminarMuy bien expresado y expuesto el dolor, no sólo de la víctima, si no también de su círculo y de la sociedad entera.
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