Más dañino que cualquier droga ilegal, eras mi heroína, la más letal. Cada vez me deshacía más a tu lado, pero era yonki de ti, de tu desamor.
Ella, mi vecina, mi heroína; estuvo a mi lado, me vio caer una y otra vez, pero me ayudó a salir de ti, por fin. Curó las heridas más abiertas que dejaste en mí, tras años de adicción a ti.
Hoy mi pequeña quiere ir disfrazada de heroína; se ha puesto una de mis camisetas y dice que no necesita más, que su heroína, es su mamá.
Hoy, las heroínas somos diosas y acabaremos con esa mala droga que es el maltratador, con esa heroína que ataca directa al corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario