jueves, 9 de noviembre de 2017

Ahora

Ahora cuando me maquillo me pinto de rojo brillante los labios que tanto me gustaba pintarme antes de que todo eso ocurriese. Ya no me maquillo para tapar los morados que tiempo tuve durante años, aunque lo peor no fueron los malditos morados. No solo me dolían los golpes, lo peor era que por dentro me dolía aún más. Pero, por fin, aquel día traspasé, para siempre, la puerta que solo traspasaba para ir a comprar al mercado. Nunca volví allí. Pero volví a nacer y comencé a vivir, para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario