viernes, 9 de noviembre de 2018

Vida invierno


Victoria mueve un poco los pies debajo de las sábanas apretadas, perezosa. 

Luisa, su madre, ya ha empezado a hacer la casa. Victoria se asoma por el pasillo. Luisa le aplasta el pelo lacio con la mano y sigue con sus tareas como una autómata. No recuerda cuánto hace que no se siente el alma. 

Baja a la cocina y allí está Antonio, su marido. Se da media vuelta temblando, pero es tarde. El ruido de la silla arrastrándose bruscamente, los brazos de Antonio... Luisa comprende. Sabe que solo le queda cerrar los ojos y esperar a que todo acabe. Antonio la empuja contra la pared, le sube el vestido pero ella, hoy, ya no suelta ni una lágrima.     

No hay comentarios:

Publicar un comentario