Érase una vez un perfecto cuento de hadas, con princesa, príncipe azul boda y banquete; tanto, que de puertas hacia fuera nadie fue capaz de ver como cada herida y cada golpe se disimulaba tras un sutil: "Tranquilizate. No volverá a pasar. Te quiero, lo sabes." Hasta que un día no pudo más. No aguantó un segundo más de cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario