viernes, 16 de noviembre de 2018

Renacer

Lo oyó deslizarse entre las sábanas una noche más. Volvería a pasar. No quería. Ya había perdido la cuenta de las veces que había dicho que no y, al final, por temor a las represalias, se había resignado. Rezaba en silencio para que pasara lo más rápido posible. Solo sentía miedo; asco y miedo.

Los oyó deslizarse entre las sábanas. Ya no era él quien se adueñaba de su voluntad. Ahora era distinto. Su amor propio, su valentía, su coraje, sus ganas de ser feliz eran ahora las que invadían su cuerpo. Había dicho BASTA y se había obligado a ser feliz, a retomar su vida y recuperar sus ilusiones.                                                   

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