Quiérete.
Quiérete como no lo hizo él ni lo va a hacer nunca nadie.
Suena pesimista, y que conste que con ello no quiero decir que nunca a nadie merezcas, simplemente quiero que sepas que el primer amor -y el último- tienes que ser tú.
Desde que te despiertas hasta que te acuestas. Es más, también cuando sueñas.
Él te quiso mucho, pero te quiso mal, te quiso de la peor manera: haciendo que tú no te quisieras.
Mírate en el espejo y regálate la mejor sonrisa, pero compártela solo con quien te haga sentir bien, te haga sentir tuya, no suya. Y ya tu decides si quieres compartir momentos y vivencias, viajes y vida.
Pero quiérete
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