Ella era Bella, pero se casó con Bestia. La tristeza que creía pasajera se tornó en crónica. Y los monstruos de su infancia salieron de debajo de la cama y pasaron a dormir con ella. Ella era Bella, pero se casó con Bestia. Olvidó que era vivir con la cabeza alta. Los ojos marrones viraron a azul de tanto llorar. Y le acompañará toda la vida, recuerdo de su sufrimiento. Ella era Bella, pero se casó con Bestia. Un día decidió ser valiente. Apareció en casa de su hermana. Con las maletas llenas de desesperanza y sueños rotos. De camino al ascensor, un caminito de lágrimas...
Ella era Bella. Y no permitirá que Bestia le hundiera nunca más.
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