martes, 10 de noviembre de 2015

Tanto de menos


Déjame al menos que te explique...Aún recuerdo cuándo estábamos juntas. 
 
Éramos una sola, todo lo hacíamos contando la una con la otra, sin vacilaciones, sin excepciones. 
 
Hasta que llegó él y comenzamos a distanciarnos. Tú dirías más bien que decidí 
darte la espalda para mostrarme a él entera, sumisa, complaciente. 

Cuando me quise dar la vuelta, roto el corazón y la piel hecha jirones, 
tú ya no estabas ahí. 
 
Rompí a llorar y él me giró de nuevo, bruscamente, como era su costumbre...sus ojos ardían, su voz me asfixiaba. Grité 
al fin aterrorizada y corrí buscándote ansiosa, un velo rojo me nublaba 
la vista...pero estás aquí, de nuevo conmigo, no quiero perderte más, 
cógeme fuerte de la mano, MI DIGNIDAD.

No hay comentarios:

Publicar un comentario