Una pareja discutía cuando el varón, furibundo, abofeteó a su novia.
No contento, blandió el puño amenazante. Rodrigo le sujetó, el puñetazo fue para él, aturdido, enrabietado, patadón en los cojones, el agresor cayó fulminado.
Una noche Rodrigo volvía a casa con su maletín de herramientas. Sin anunciar, cuchillada traicionera, espoleado de dolor, maletazo en la cara del navajero, reconoció al maltratador.
Intenso dolor, se desmayó, SAMUR, policía, hospital. El otro a chirona.
Despertó con su novia y la policía, su agresor pasaría largas vacaciones pagadas.
Ya mejoraba, cuando su novia le preguntó…
─ ¿Porqué te metiste entre aquella pareja?
─Hubiera dejado guapa a la chica, y nena, alguna vez hay que mojarse y parar a esos cobardes.
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