martes, 10 de noviembre de 2015

Cerca de tí

La voz de alarma la dio mi hijo de seis años: "Mamá, el papá de Oscar llama a su mamá payasa, cerda y tonta y ella llora". Oscar era amigo de mi hijo y vivía en el tercero. Sólo conocía superficialmente a Eva, pero intenté hablar con ella, brindarle amistad, ayuda si la necesitaba; sólo encontré evasivas y miedo al hablar de su marido.
No quería pecar de cotilla, pero me mantuve alerta. Los gritos de él eran frecuentes "inútil, ni cocinar sabes", seguido de roturas de enseres; cuando todos los vecinos escuchamos "te voy a dar dos hostias", yo llamé a la policía.
Ya no están juntos. Hasta los niños captan la violencia contra la mujer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario