Aparentes no son mis heridas, mi risa las tapa todas. Quiero creer que soy más fuerte que el pasado, aunque el tiempo no aleje los recuerdos.
Hoy, amigas, mi grito es para vosotras: ¡Mujer! ¡Mujeres! Quien os dañe, quien os haga creer que no merecéis lo mejor: no os respeta. Porque no somos solo madres, secretarias, hembras, cocineras, sexo, o princesas; somos personas, completas.
Con mi voz, y todas las voces, quiero que cantemos para la esperanza de un mundo de igualdad; y que todas, y todos, cogidos de las manos, vayamos, valientes, hacia este nuevo horizonte.
Recordemos a las mujeres que ya caminaron y no olvidemos a los hombres que también lo hacen.
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