Un círculo rojo en el calendario, hoy es el día…
Tomo un café templado sin dejar de mirar al fondo de la taza, el reloj de la cocina atrasa media vida. Es abril.
Pronto estaré con la sonrisa prestada, los zapatos apretándome la libertad, los vecinos irán ocupando la calle repartiéndose el asombro.
Allí, dónde los niños se desperezan, va entrando el sol sin pedir permiso, aquí, dónde me enveneno con las cavilaciones, la luz silba como una alimaña.
He cerrado los ojos. Antes rezaba. Ya no.
Me falta un abrazo, placebo para el miedo.
Aúllan las sirenas de las ambulancias, la sangre, la sinrazón.
Aprieto en la mano mi visado hacia el paraíso.
-Último golpe-
Tomo un café templado sin dejar de mirar al fondo de la taza, el reloj de la cocina atrasa media vida. Es abril.
Pronto estaré con la sonrisa prestada, los zapatos apretándome la libertad, los vecinos irán ocupando la calle repartiéndose el asombro.
Allí, dónde los niños se desperezan, va entrando el sol sin pedir permiso, aquí, dónde me enveneno con las cavilaciones, la luz silba como una alimaña.
He cerrado los ojos. Antes rezaba. Ya no.
Me falta un abrazo, placebo para el miedo.
Aúllan las sirenas de las ambulancias, la sangre, la sinrazón.
Aprieto en la mano mi visado hacia el paraíso.
-Último golpe-
No hay comentarios:
Publicar un comentario