Érase una vez un cuento de hadas formado por una pareja de jóvenes, que se enamoraron al primer flechazo. En apenas unos meses se casaron y al finalizar el año ella ya estaba embarazada de su primer hijo. Sin embargo, ese bebé nunca llegó a nacer, porque el útero de ella era demasiado hóstil y era difícil mantenerlo. En ese momento comenzó todo. Él llegaba cada vez más tarde a casa y más borracho. Le acusaba de cosas tan simples como que la cena estaba fría.Hasta aquella infernal mañana, en la que él no fue a trabajar. Volvieron los gritos y las acusaciones. Ella tenía demasiadas cicatrices para dejarlo pasar y se enfrentó. No voy a contaros el final.
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