Ven. No. ¡Que vengas! No. ¡¡Obedece!! No. ERES MI NOVIA Y MANDO YO. Te dejo. Él la miró furioso. Se acercó por detrás y le tiró muy fuerte del pelo. Ella se dio la vuelta, levantó la pierna y le pegó una patada.
Ana les observaba, inmóvil. Unas lágrimas resbalaron por su cara. Su alumna de cuatro años acababa de darle una lección. Ella llevaba años aguantando el maltrato de su pareja y nunca se había defendido…pero la pequeña le había abierto los ojos.
Se acabó. Cogió su móvil y marcó el 016. La llamada más importante de su vida la realizaba gracias al coraje que esa niña había demostrado.
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