No llores más vida mía, deja que papá te acune en sus brazos y te proteja. A pesar de los comentarios de la gente que me aconsejan que no debo acostumbrarte a estar en brazos, siempre he pensado que debía disfrutar de hacerlo, que al crecer dejarías de buscar la protección de los brazos de papá.
Esta noche vuelves a mí después de 35 años, ¿quién te ha hecho daño mi amor?
Aunque tu dolor me destroza, estoy contento de que hayas denunciado a tiempo y de que hayas vuelto a contar conmigo para acunarte.
Deja que papá te cuide, elegiste mal, pero no todos los hombres son iguales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario