La nota de huida que Ella dejó decía:
"Una vez te dije que sería yo quién se volvería de piedra ante ti y apagaría esa llama antes de que volvieras a intentar avivarla, y algo me dice que esa vez es esta vez. Ese algo se llama Carlos, tiene tres años y anoche me dijo "mamá ¿lloras porque papá no te quiere?". Nuestro hijo no sabe de matemáticas, sólo sabe contar hasta diez, no sabe de lengua... pero sí sabe de amor. Los niños son los que más saben de amor, porque lo dan con pureza, sin esperar nada a cambio. Y él sabe que los insultos, los desprecios, las palabras hirientes, los golpes, los gritos, etc., no son amor".
"Una vez te dije que sería yo quién se volvería de piedra ante ti y apagaría esa llama antes de que volvieras a intentar avivarla, y algo me dice que esa vez es esta vez. Ese algo se llama Carlos, tiene tres años y anoche me dijo "mamá ¿lloras porque papá no te quiere?". Nuestro hijo no sabe de matemáticas, sólo sabe contar hasta diez, no sabe de lengua... pero sí sabe de amor. Los niños son los que más saben de amor, porque lo dan con pureza, sin esperar nada a cambio. Y él sabe que los insultos, los desprecios, las palabras hirientes, los golpes, los gritos, etc., no son amor".
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