jueves, 13 de noviembre de 2014

Emilia

Desde la posición en la que está tirado, Leo Stein puede ver unos tacones alejándose. Ve, también, la taza de café que la mujer de los tacones le dio. Una baba espumosa se desliza por su mejilla derecha, pero no puede hacer nada para detenerla; Leo no puede moverse.
Intenta gritar, decirle a esa mujer que se detenga, pero no logra articular las palabras. Cada vez que intenta hablar la baba espumosa brota de su boca. Siente espasmos en el cuerpo.
Los tacones se detienen. La mujer está diciendo algo. Leo entiende palabras sueltas. Emilia... todavía sigue en el hospital... probablemente no vuelva a recuperar la vista de su ojo izquierdo... llevate su imagen... dulces sueños. La puerta se cierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario