viernes, 14 de noviembre de 2014

El reflejo

"El macho alfa utilizará la violencia para demostrar su supremacía y dominio (…)"
Aquellas palabras cayeron como un jarro de agua fría sobre su cabeza. El hombre, todavía lo suficientemente sobrio para asimilar lo que el narrador de aquel documental sobre leones acababa de decir, tuvo un destello de lucidez y, de repente, se sumió en una angustiosa reflexión. Junto a él, en el sofá, su mujer, aterrorizada, lloraba. Entonces, solo entonces, tomó conciencia de sí mismo y sintió repugnancia. No había nada –pensó- que lo diferenciase de aquella bestia. Clavó la vista en la televisión y allí estaba el león. Televisión y espejo a la vez.  Cariño, ayúdame, fueron sus siguientes palabras y el comienzo de una nueva vida.   

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