lunes, 17 de noviembre de 2014

Azul


El morado siempre había sido su color favorito. De niña le hacía pensar en lo bonito que serían sus ojos si tuviesen ese color imposible. De joven le hacía pensar en los atardeceres que veía en la playa junto al amor de su vida. De mayor le hacía pensar en las caricias que su marido le regalaba cada día.
Un día se miró al espejo y descubrió que una de esas caricias había hecho realidad el sueño de su niñez. Pensó que su nuevo color favorito sería el azul, porque le hacía pensar en la belleza de sus ojos. Y pensó también que echaba de menos ver atardecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario