jueves, 13 de noviembre de 2014

Arma de cobardes

A mi alrededor escucho con frecuencia: “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”. Y yo me pregunto por qué se ha tenido que encasillar a la mujer detrás. Las reminiscencias de un pasado sexista todavía perduran en nuestras raíces, como restos ponzoñosos a los que un antídoto combate con exasperante lentitud. Y parece una nimiedad hasta que adviertes la facilidad con que algunos hombres levantan su puño, confiados en que esa figura pasiva y abnegada tras sus pasos no se defenderá, pues pertenece al sexo débil. Por ello, contemplar la lucha de nuestra sociedad contra ese monstruo abusivo, la violencia, arma de cobardes donde no cabe rastro alguno de amor, da esperanzas. Porque hombre y mujer caminan juntos.

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