Créame mujer, hay casos peores. Aparte de alguna bofetada, lo de ayer le ocurrió por primera vez en quince años de matrimonio. Por Dios, no sea tan exagerada y olvídese de denunciar. Piense en sus hijos y en usted misma, una desempleada viviendo del marido. Demuéstrele que es sensata. Está obcecada, pero cuando desaparezcan los hematomas y le quiten la escayola, comprenderá que la culpa la tuvieron los nervios que hace ese hombre trabajando tantísimo para sacar adelante a la familia. Cualquier escándalo supondrá más tensión en su hogar. Hija, medite si ha fallado como esposa y ahórrese la vergüenza de molestar en Comisaría por algo tan íntimo. Ahora, rece un Padrenuestro y propóngase arreglar esto por las buenas.
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