Hace cuatro años, Laura consiguió poner punto y final a sus pesadillas. Tomó una decisión difícil pero necesaria. Obtuvo refugio, comprensión y ayuda de otras mujeres que habían vivido similares infiernos. Rescatándola; ya no se echaba la culpa de todo lo que sucediera. Ellas, nunca la catalogarían de masoquista por haber elegido un hombre tan violento. Desde la noche de boda, aquel príncipe azul se fue transformando en un ogro irreconocible, desde inauditos celos que ella difícilmente asimilaba. Después, se sucedieron insultos y los golpes en la cara. Ahora es feliz; está implicada para colaborar con sus nuevas amigas, mejorando el blog, reeducando a niños y niñas como granitos de arena que definitivamente zanjen las discriminantes conductas.
Las mujeres maltratadas deberían de hacer lo mismo que Laura. Hay dos opciones en la vida o eliges vivir o eliges morir, pero solo tú puedes cambiarlo todo, todo depende de tí, ya que aunque físicamente estés presente ya nunca más serás la misma.
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