A veces es difícil imaginarse que pequeñas magnitudes puedan convertirse en tan grandes sensaciones. Una sola palabra en tanta desgracia. Estar tan cerca de alguien pero que sea tanta distancia. Un dolor tan fuerte en un solo segundo. Un vestido bonito, uno solo, que se convierta en esa gran amenaza. Una mirada que te aplasta. Y una sola llamada para sentirme tan liberada. Una oportunidad tan grande en un solo paso. Esa única puerta tan pesada. Cerrarla una sola vez, la última, para no sentirme nunca más enjaulada. Llevar tanta libertad en una maleta tan enana. Subir un solo escalón del vagón del tren y estar tan emocionada, reescribiendo toda una nueva historia, una nueva vida, palabra a palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario