Princesa del castillo. Adonis del mundo caminante. Reina de la dulzura con sonrisa deslumbrante. Hada de los bosques. Sirena de los mares. Besadora apasionada. Luchadora nata del ejército de Ares. Tú, bella mujer, madre de tus hijos, única en el mundo.
No dejes que las palabras duelan, no dejes que los gritos arañen, no dejes caer lágrimas de sangre, no dejes que el silencio te mate. Sin embargo, si lo necesitas, grita fuerte y sálvate sin miedos. Pues no hay mayor miedo que el de vivir sin ti. Tan dulce, preciosa, brillante y perfecta.
Solo tú, mujer.
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