jueves, 20 de noviembre de 2014

No me dejes

Cansada de llorar por dentro, marchita por el amor que siento, y por el odio.
Llegó a casa apestando a alcohol, como siempre. No me atreví a decirle nada, nunca lo hago, no quiero ser esa clase de mujer, una de esas que esperan a sus maridos toda la noche. Aun así me quedo despierta, y con la cena preparada, por si tiene hambre.
Al llegar no me mira, no me dice nada y se va a la habitación. Yo sé dónde ha estado, y que me es infiel, pero no quiero decirle nada, o tal vez no me atreva.

Me meto en la cama a su lado, y él me abraza, siempre lo hace.

-No me dejes.- Me susurra

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