viernes, 21 de noviembre de 2014

El silencio de un llanto

Ella estaba cansada de luchar. Sus lágrimas ya no eran de felicidad, y la sonrisa que siempre mostraba ahora estaba apagada. Cicatrices profundas en el cuerpo, y aún más, en el corazón,miradas perdidas que antes fueron de amor, llanto ahogado por el temor. Tristeza en su rostro, por tanto dolor.Día tras día, sin ninguna novedad, él llegando siempre tarde y ella fingiendo felicidad.Miedo, rencor y tristeza, sus fieles amigos que jamás la abandonarán, hasta que se de cuenta que su destino, junto a él no debe estar, que quién te quiere, jamás te va a dañar. La salida nunca es aguantar, sino luchar y dejarse ayudar, denunciando y así, alcanzar esa ansiada felicidad que junto a él, nunca podrá lograr.

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