Necesito creer que aún me tienes respeto, que los golpes no callan las palabras, sino que camuflan la cobardía de un hombre que se siente fuerte ante la debilidad. Y si me respetas te invito a pasear por los atardeceres de la vida, a asomarnos juntos a las puestas de sol, a abrigarnos en los inviernos de frío, a sonreír atravesando los malos momentos. Te invito a un viaje de sorpresas, de rabietas y manías, a vivir sensaciones y locuras. Al tiempo del transcurrir de poetas, repletos de palabras que viajan venidas de mil y un mundo, inspiradas en musas, a veces en penas. Te invito, en este nuestro viaje, a descubrir el amor.
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