jueves, 20 de noviembre de 2014

Nueve líneas

¡Cómo resumir en nueve líneas una vida destrozada!:
En ocho años me convertí en un despojo humano, absolutamente infravalorada por mí misma, con un sentido tremendo de inutilidad y culpa. Él me había aislado de mi familia y amigos utilizando artes de manipulación de las que nunca fui consciente y no llegué a comprender sino a base de diez años de terapia, de los cuales la mitad los pasé luchando contra mi silencio hasta que la impotencia me arrancaba el llanto.

Al principio, estaba confusa y hundida: no sabía qué había hecho tan sumamente mal como para que él me echara de su lado, con lo que yo le amaba… Seguramente —pensaba— se había hartado de perdonarme.


                

No hay comentarios:

Publicar un comentario