miércoles, 19 de noviembre de 2014

La anciana del parque

Hace dos meses que he vuelto a reconocerme en el espejo, me pongo delante y me digo con gracia y salero "¡qué guapa soy, qué tipo tengo!". Fue una anciana que solía ver en el parque la que un día me agarró la mano y me dijo "no preguntes quién soy ni qué hago aquí, pero ya es hora de que vivas y vueles". En la vida vamos recolectando lo que cosechamos y no tenemos el valor necesario de poner nuestra existencia en barbecho hasta que un simple detalle tiene más fuerza que todos los consejos que hayan podido darnos. Ahora echo la vista atrás y lo único que siento hacia mi marido es compasión. Hacia mí, amor y libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario