jueves, 20 de noviembre de 2014

Él

Ella yace en una cama de hospital. Él entra con un ramo de flores. Él le coge la mano, le dice que lo siente, que la ama, que no volverá a ocurrir, que no sabe qué le pasó, otra vez que la ama. Ella no puede hablar, pero una lágrima sale de su ojo amoratado y se desliza por su mejilla hinchada. Él le pide otra oportunidad. Ella compone un extraño rictus con sus labios rotos y parece sonreir. Él le pregunta si decía en serio que le denunciaría. Ella niega apenas con la cabeza. Él sale de allí aliviado, aunque enseguida se enfurece: gracias a esa inútil tendría que comer varios días seguidos en casa de su madre.

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