miércoles, 19 de noviembre de 2014

Mujer fatal

Él siempre la había considerado una mujer fatal. Entiéndase fatal lejos de la concepción tradicional machista de mujer cuyos poderes de seducción son tan preeminentes que enloquecen y desgracian a hombres aparentemente honrados. No hablamos de eso, no.

Él la creía mujer fatal porque todo lo hacía rematadamente mal. Cocinaba fatal, cantaba fatal, organizaba fatal, besaba fatal. Pésima consejera, peor amante, un desastre con los números, un despropósito con las letras. Sin gusto en el vestir ni maña con las herramientas. Lenta en informática, sosa en baile, negada en idiomas, nefasta en deportes.Y, sin embargo, era suya. Jamás la dejaría marchar.


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