miércoles, 19 de noviembre de 2014

Torta de maiz

Con escaso y tembloroso hilo de voz ha pedido pan. Por respuesta obtiene una mirada hueca. Después  ha implorado agua. La respuesta, otra mirada, fría. Replegada sobre sí misma sabe que ellos no la dejarán salir de allí; que vendrán cada noche…
Cierra los ojos y sueña con el aroma de una torta de maíz. Es pequeña. La llaman. Está comiendo sentada en el regazo de su madre…huele tan bien ese maíz 
 ¡No te hagas la dormida, zorra!

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