-Esta es la casa de los horrores, aquí vive un monstruo con dientes y uñas grandes… tiene dos pájaros sin plumas y están enjaulados…- me dijo mientras lo dibujaba.
Mario tenía siete años y mucha ansiedad. En el colegio los profesores lo derivaron a mi espacio de arte terapia. Un año después de acompañarlo me regaló un dibujo muy especial:
-Es un dinosaurio amigo que protege al pájaro pequeño. El pájaro se ha convertido en un superhéroe, tiene un arma poderosa que le ha regalado el dinosaurio, hace que pueda tele transportarse a otro lugar más seguro. Pero el monstruo ahora está más loco, porque se le ha escapado de su jaula la única paloma que tenía…- me dijo sonriente.
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