Siempre tan correcto, ordenado y amable en el trato a todos desde su despacho de director general, quien lo hubiera imaginado…Al atravesar la puerta de casa, su transformación era inminente. Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Hoy fue la cena lo que le puso de mal humor. Su comida preferida no le apetecía esta noche. Con inmensa paciencia y un nudo de rabia en la garganta, María fue a preparar una nueva.
Desde su cama, entre lloriqueos, Toby se olía el robo de su comida enlatada, a través del aroma que procedía de la cocina. Y a su dueño le gustó tanto que le pareció no haber comido nunca nada igual…
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